Fundación Cántabra Para la Salud y El Bienestar Social - Pontejos, Cantabria

Fundación Cántabra Para la Salud y El Bienestar Social

La Fundación Cántabra Para la Salud y El Bienestar Social es una organización sin fines de lucro ubicada en Pontejos, Cantabria, España. Su dirección es la siguiente:

Para contactar con esta fundación, es posible hacerlo a través de su teléfono 942502112 o visitando su página web en fundacionsbs.com.

Especialidades y Características

La Fundación Cántabra Para la Salud y El Bienestar Social ofrece una amplia gama de servicios y actividades, destacando su enfoque en la salud y el bienestar social. A continuación, se presentan algunas de sus especialidades:

• Fundación.

Además, esta fundación cuenta con características como:

• Entrada accesible para personas en silla de ruedas.
• Estacionamiento accesible para personas en silla de ruedas.

Ubicación y Accesibilidad

La fundación se encuentra ubicada en Pontejos, Cantabria, lo que la hace accesible para personas que buscan servicios de salud y bienestar en la región.

Opiniones y Valoraciones

Según las opiniones de los usuarios, la Fundación Cántabra Para la Salud y El Bienestar Social ofrece un servicio de alta calidad. Con 88 valoraciones según Google My Business, la opinionión media es de 4.5/5, lo que indica una gran satisfacción entre los usuarios.

Algunos usuarios han destacado la importancia de la fundación como un lugar de recuerdo y reflexión, donde pueden visitar lugares significativos de su pasado y disfrutar de un ambiente acogedor.

Recomendación Final

Si estás buscando una fundación que ofrezca servicios de salud y bienestar social de alta calidad, con una ubicación accesible y un ambiente acogedor, la Fundación Cántabra Para la Salud y El Bienestar Social es una excelente opción. Por lo tanto, te recomendamos contactar con ella a través de su página web para obtener más información y programar una visita.

👍 Opiniones de Fundación Cántabra Para la Salud y El Bienestar Social

Javielzar

5/5

La visita de hoy a la isla de Pedrosa era una visita especial. Con mi padre, el cual pasó en ese hospital cinco años de su vida desde 1938 hasta 1943. En 1941 desde la habitación donde estaba internado con sus 20 compañeros y 13 años, vieron el gran incendio de la ciudad de Santander acompañado de los fuertes vientos que sufrieron por aquel huracán de aquella misma fecha y hoy ha sido como un viaje en el tiempo recordando por su parte todo lo vivido en este recinto que hoy alberga esta fundación… gracias por dejarnos pasar y dejar que él disfrutara de todo ello con sus 93 años…

Rocio S.

4/5

Isla de pedrosa, ahora fundación cántabra Para la salud y el bienestar social.
Se encuentra a unos 12 kilómetros de Santander, frente a su bahía.
Estupendo para dar paseos, o correr, si te gusta el deporte.
Desde allí se ve la bahía de Santander, Astillero y el aeropuerto se ve Ballesteros.
Su entrada es gratuita.
Hay carteles por todo el recinto que explica su historia.
Y unos hermosos jardines con plantas curiosas.
Algunos pabellón es antiguos y hasta un teatro en ruinas.

Rosalia L. P.

4/5

Un muy bonito paseo entre árboles, jardines, agua... lástima que algunas edificaciones estén en ruinas.

Antonio F. S. E.

5/5

Antiguo hospital abandonado con unas espléndidas construcciones en ruinas pero con mucho encanto.

Leonardo G. A.

4/5

Cuántas horas y días las pasé allí siendo un niño.
Fue en la 1 década de los años 70.
Mi padre hacía costa allí.
Cogiamos cangrejos (cambaros) y pasábamos por su embarcadero.
Luego paseos por esa peninsula tan tranquila y preciosa. Fue un hospital hasta finales de los 80.
Precioso paraje, pero creo que bastante deteriorado .

Marisa R.

5/5

Un sitio que impresiona. Muy bonito.

Erika L.

5/5

Muy bonita, pero, por un lado, es una pena que no arreglen el jardín. Por otra parte hay un montón de opciones en la isla tales como hacer conciertos, un hotel ,festivales o cualquier otra actividad interesante para la gente.

Aroa P.

5/5

Me encanta este sitio, mis padres estuvieron aquí ingresados y aqui se conocieron. Conocí la isla en todo su esplendor, cuando me llevaba mi padre los veranos, mientra el trabajaba. Me da mucha pena ver los edificios emblemáticos tan abandonados